Cada vez son más las personas que, tras una vida laboral en el extranjero, deciden fijar su residencia en España y comienzan a percibir una pensión procedente de otro país. Esta situación plantea un problema recurrente: la posibilidad de que dicha pensión tribute dos veces, una en el país de origen y otra en España. Este fenómeno se conoce como doble imposición internacional y, si no se actúa correctamente, puede generar una carga fiscal injusta para el contribuyente.
En este artículo vamos a explicarte en qué consiste la doble imposición, cómo evitarla si resides en España y cobras una pensión del extranjero y qué pasos debes seguir para regularizar tu situación de forma correcta.
¿Qué es la doble imposición internacional en pensiones?
La doble imposición internacional se produce cuando un mismo contribuyente, por una misma renta (en este caso, una pensión), debe pagar impuestos en dos países diferentes. En el contexto de las pensiones, puede ocurrir que el país en el que se ha generado la pensión (por ejemplo, Alemania, Francia o Estados Unidos) la grave como una renta obtenida en su territorio, y que España, al ser el país de residencia fiscal, también exija tributar por dicha pensión.
Esto sucede porque, según la normativa fiscal española, los residentes fiscales tributan en España por su renta mundial (artículo 2 de la Ley 35/2006 del IRPF). Es decir, se incluyen en la declaración del IRPF todas las rentas obtenidas, ya sean generadas en España o en el extranjero, incluidas las pensiones.
Convenios de doble imposición: la clave para evitar pagar dos veces
La solución jurídica principal a este problema se encuentra en los llamados convenios de doble imposición (CDI) que España ha suscrito con numerosos países. Estos convenios internacionales establecen reglas para determinar qué país tiene derecho a gravar determinadas rentas, con el objetivo de evitar que el mismo ingreso tribute dos veces.
Los CDI se basan en el Modelo de Convenio de la OCDE y, aunque tienen una estructura común, los detalles pueden variar de un país a otro. Por eso es fundamental revisar el convenio concreto entre España y el país que abona la pensión.
Algunos convenios atribuyen el derecho a gravar la pensión tanto al país de origen como al de residencia, lo que genera una situación de imposición compartida. En estos casos, España, como país de residencia fiscal, debe aplicar medidas para evitar la doble imposición, normalmente mediante la deducción contemplada en el artículo 80 de la Ley del IRPF. Es importante revisar el convenio específico porque cada uno puede contener matices relevantes.
En general, los convenios distinguen entre dos casos distintos:
Pensiones derivadas de trabajos en el sector privado:
Según el artículo 18 del Modelo de Convenio de la OCDE (y replicado en la mayoría de los convenios firmados por España), las pensiones percibidas en virtud de un empleo privado, es decir, aquellas que provienen de empresas, fondos de pensiones o regímenes de seguridad social no vinculados a empleos públicos, solo pueden someterse a imposición en el país de residencia del beneficiario, es decir, España. Esto significa que el país de origen no debería retener impuestos sobre esa pensión.
Por ejemplo, María trabajó 30 años en una empresa privada en Alemania. Se jubila y se muda a España. La pensión alemana de María debe tributar únicamente en España (su país de residencia), no en Alemania.
Pensiones derivadas de empleos públicos:
En cambio, el artículo 19 establece que las pensiones pagadas por un Estado por servicios prestados al Estado (funcionarios, fuerzas armadas, etc.) pueden someterse a imposición en el país que las paga. Aunque hay excepciones, esta norma implica que estas pensiones públicas tributan generalmente en origen, y no deben tributar de nuevo en España.
Por ejemplo, Jean fue funcionario del Ministerio de Justicia en Francia. Al jubilarse se muda a Valencia. Su pensión pública francesa debe tributar en Francia, no en España, porque proviene de una función pública.
Si percibes una pensión de un país con el que España no ha firmado un convenio para evitar la doble imposición, deberás tributar por ella en España como rendimiento del trabajo. En caso de que también hayas pagado impuestos en el país de origen, no podrás acogerte a las reglas de los convenios internacionales, pero sí podrás aplicar la deducción por doble imposición internacional del artículo 80 de la Ley del IRPF, dentro de los límites establecidos por la normativa. Es esencial conservar los justificantes de los impuestos pagados en el extranjero para poder aplicar esta deducción correctamente.
¿Qué ocurre si el país de origen retiene impuestos?
A pesar de lo que establecen los convenios, en la práctica muchos países retienen impuestos en origen, especialmente cuando no se ha acreditado que el pensionista reside en España. En estos casos, el pensionista puede encontrarse con que se le ha aplicado una retención en el país que abona la pensión, y además debe tributar por ella en España al presentar su declaración del IRPF.
Para evitar esta doble imposición efectiva, la legislación española ofrece dos mecanismos:
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Exención con progresividad
En algunos convenios, como el firmado con Alemania, se establece que ciertas pensiones están exentas en España, pero se tienen en cuenta para calcular el tipo impositivo aplicable al resto de rentas. Es decir, no se tributa directamente por la pensión, pero puede hacer que el resto de tus ingresos tributen a un tipo más alto.
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Deducción por doble imposición internacional
Cuando una pensión tributa tanto en el país de origen como en España, el artículo 80 de la Ley del IRPF permite aplicar una deducción por el impuesto pagado en el extranjero. Se deducirá la menor de las siguientes cantidades:
- El importe del impuesto efectivamente pagado en el extranjero;
- El importe que correspondería pagar en España por esa misma renta.
Esta deducción se solicita en la propia declaración del IRPF, y es necesario acreditar adecuadamente el importe retenido en origen (mediante certificados emitidos por la autoridad tributaria extranjera).
¿Cómo se acredita la residencia fiscal en España?
Uno de los requisitos clave para beneficiarse de los convenios de doble imposición es poder demostrar que se reside fiscalmente en España. Para ello, la Agencia Tributaria expide un certificado de residencia fiscal, que debe ser solicitado por el interesado a través del modelo 01. Este documento puede presentarse ante la administración tributaria del país de origen para solicitar la no retención o para pedir la devolución de impuestos ya pagados indebidamente.
Declarar correctamente las pensiones extranjeras en el IRPF
Si cobras una pensión del extranjero y resides en España, debes incluirla en tu declaración de la Renta como rendimiento del trabajo. Dependiendo del convenio aplicable, puedes incluir el importe íntegro y aplicar una deducción, o simplemente declarar la renta sin tributar si se aplica la exención con progresividad.
Es fundamental declarar correctamente todas las pensiones extranjeras para evitar sanciones por omisión de ingresos.
Además, conviene tener en cuenta que cuando el pagador de la pensión no es residente fiscal en España, no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF. Esto implica que el umbral a partir del cual existe obligación de presentar la declaración puede ser más bajo que en el caso de rentas con retención. La pensión extranjera, como rendimiento del trabajo, cuenta para el cálculo del mínimo exento, por lo que es recomendable verificar los límites anuales vigentes.
La Agencia Tributaria ha intensificado el cruce de datos con otros países y puede detectar fácilmente rentas no declaradas gracias al intercambio automático de información (CRS/FATCA).
En conclusión, si cobras una pensión extranjera y resides en España, lo primero que debes hacer es identificar el país de origen de la pensión y consultar el convenio para evitar la doble imposición. A partir de ahí, asegúrate de declarar correctamente esa pensión en el IRPF y de aplicar, si procede, la deducción por doble imposición o la exención con progresividad.
En caso de que se hayan aplicado retenciones indebidas en origen, puede iniciarse un procedimiento para reclamar la devolución ante la hacienda extranjera, para lo cual será clave contar con un certificado de residencia fiscal español.
No olvides que, aunque muchos convenios se basan en el modelo de la OCDE, cada tratado tiene sus propias particularidades, por lo que es necesario consultar el texto específico para conocer con exactitud cómo debe tributarse tu pensión en función del país de origen.
Por último, si tienes dudas, lo más recomendable es acudir a un asesor fiscal especializado en fiscalidad internacional, que te ayude a interpretar el convenio y a aplicar correctamente los beneficios fiscales a los que tienes derecho. Evitar la doble imposición es posible, pero requiere una gestión adecuada y conocimiento de la normativa aplicable.